Cantinflas

Hace años tuve la oportunidad de hacerle un reportaje al maximo comico mexicano, Mario Moreno (Cantinflas). Aprovecho la oportunidad para que hoy volvamos a leerla.

Ensayista y críticos que han estudiado atentamente la personalidad artística de Mario Moreno (Cantinflas) coinciden en aseverar que su arte no es cabalmente apreciado fuera de las fronteras de su país. No obstante, lo identifican con el más auténtico de la cultura hispanoamericana y como una expresión de nuestro tiempo, tiempo de absurdos. Del absurdo, que Cantinflas, su fiel exponente, ha hecho un arte. Quienes lo comparan con Chaplin establecen una diferencia sustancial entre el resentimiento social de Carlitos y la tranquilidad que, revela Cantinflas. “Su peladito” tiene fondo subconsciente de sana alegría y acude a la Virgen de Guadalupe y en Ella ve superadas o mitigadas sus desgracias con el poder taumatúrgico de lo Divino. Mario Moreno ha expresado alguna vez que no podría decir cómo creó a Cantinflas, pero que es el resultado de una profunda fe en sí mismo y el deseo de superación puesto en la tarea.

EL ALMA POPULAR DE MEXICO

Siempre ha deseado definir con su arte el alma popular de México y no vacila en recordar que procede de una familia humilde, cuya infancia y juventud dejaron en él profunda huella, a pesar de la cual nunca ha sido un hombre triste. Cree que socialmente es ineludible ayudar a los demás, ya que quienes pueden hacerlo y no lo hacen se dañan a sí mismos.

Valga la brevedad de este apunte como introducción a la personalidad de un actor serio y estudioso, que constituye un valor estimado del cine azteca.

Entrevistamos a Mario Moreno en una pausa de su tarea. Su cordialidad gana el afecto del interlocutor desde las primeras palabras. Sencillo, inteligente sin jactancia, ingenioso y tierno a la vez querría uno hablar horas con “Cantinflas”.

- ¿Cómo resume su biografía, “Cantinflas”?
-Sencillísimo: nací el 12 de agosto de 1911, he sido bailarín, boxeador, cómico de la lengua, torero y director de escena. Empecé mi carrera en uncirlo que se levantaba en la plaza Garibaldi, en México…

-¿Qué opina de Chaplin?
-Qué es un genio, una maravilla.

-Usted, que es amigo de Chaplin, ¿le preguntó sobre su pretendido comunismo?
-Hay dos cosas sobre las que nunca pregunto: política y sentimientos.

-¿Piensa alguna vez cambiar su modalidad interpretativa?
-No, no lo haré.

-¿Le silbaron alguna vez?
-No, al menos no lo recuerdo, y si lo hicieron no me enteré.

-Si fuera presidente de México, ¿Qué haría?
-Filmaría una película.

-¿Cuál es el origen de los pantalones caídos?
-Viene de la observación de un tipo real, el “peladito” que no se preocupa en levantárselos. Es un tipo feliz, despreocupado.

-¿Qué significado tiene su seudónimo, “Cantinflas”?

-Ninguno. En 1934 trabajaba en un circo. En ese momento de la función un chiquillo me gritó “Cantinflas”. El público rió, Y yo me apropié del seudónimo…

-¿Cómo ve “Cantinflas” a Mariano Moreno y éste a aquél?
-Soy un tipo bastante despreocupado y feliz…

-¿Qué opina del cine mexicano?
-Tiene grandes preocupaciones y proyecciones. Va delante. No sin esfuerzo, pero avanza, y yo creo en él.

-¿Ha leído el Quijote?

-Si, claro que sí…

-¿Qué torero actual le parece mejor?
-El que se arrima más al toro… ¡Los hay muy buenos..!

-¿Qué plato le gusta más?
-Cualquiera, con tal que tenga “chilitos”… (Picante).

-¿Piensa dirigir películas?
-Por ahora, no.

-¿Qué le parece los festivales de cine?
-Buenos. Pero hay muchos. Y quizá habría que “regularlos” un poco.

-¿Con quién le gustaría trabajar más: Gina Lollobrigida, Sofía Loren, Jayne Mansfield o Brigitte Bardot?
-Con todas juntitas…

Su tarea nos lleva a “Cantinflas”. Pero antes, un cálido apretón de manos, y una mirada en que lee la más limpia intención, contemplan el retrato de uno de los artistas, más dignos de estima que hayamos conocido.

Roberto Di Chiara